Desde el comienzo de su Pontificado, el Papa Francisco ha querido que su misión pastoral como cabeza de la Iglesia Católica no vaya en detrimento de su misión como Obispo de Roma. Dentro del marco de ese objetivo, el Santo Padre visitó el 25 de febrero una nueva parroquia de la Diócesis de Roma; se trata de la parroquia romana de San Gelasio situada en el barrio de Ponte Mammolo.
Durante su visita pastoral, el Papa se encontró con los niños y jóvenes del oratorio, con los ancianos, los enfermos, los operadores sanitarios y los pobres, y celebró la Santa Misa junto con los párrocos y sacerdotes amigos de la comunidad, reflexionando sobre el episodio de la transfiguración del Señor, propuesto, como todos los años, en este período litúrgico.
En la homilía habló del «mensaje» que el Maestro nos da con este episodio: «Jesús se hace ver por los Apóstoles como Él es en el Cielo: glorioso, luminoso, triunfante, victorioso», y explicó que lo hace con la intención de «prepararlos para soportar la Pasión», dado que ellos, «no podían entender que Jesús moriría como un criminal». Pedro, Santiago y Juan pensaban que Jesús era un libertador, pero «como los libertadores terrenales, que ganan en batalla»; en cambio, «el camino de Jesús es otro»: «Jesús triunfa a través de la humillación de la Cruz» dijo Francisco.
Asimismo añadió que como esto «habría sido un escándalo para los Apóstoles», el Redentor les hace ver lo que viene después, es decir, su gloria: Ese es el bello mensaje: Jesús siempre nos prepara para las pruebas y en las pruebas está con nosotros, no nos deja solos. Nunca».
A continuación, el Obispo de Roma se refirió al mensaje de Dios Padre a los Apóstoles: “Este es mi Hijo, el amado: escúchenlo”, e indicó hacer lo que el Padre nos dice: «En momentos bellos, deténgase y escuchen a Jesús; en los malos momentos, detenernos y escuchar a Jesús. Éste es el camino. Él nos dirá lo que tenemos que hacer siempre».
Para finalizar, y tras recordar que en la vida de cada día puede suceder que tengamos problemas o cosas que resolver, el Papa invitó a hacernos una pregunta: “¿qué me dice Jesús hoy?”, para, de este modo, seguir el consejo del Padre: «Este es mi Hijo amado, escúchenlo».
También la Virgen María, agregó luego el Pontífice, nos da un segundo consejo, como en las bodas de Caná con el milagro del agua transformada en vino. «¿Qué dice la Virgen? Hagan lo que Él les dice».
«Escuchar a Jesús y hacer lo que dice», fue la enseñanza de Santo Padre para nuestro camino de Cuaresma: «Un camino seguro que se debe vivir con el recuerdo de la gloria de Jesús, y con este consejo: «escuchar a Jesús y hacer lo que Él nos dice».
Tomado de Radiovatican.va